martes, 6 de enero de 2015

Mi tribu femenina

El día de hoy, pretendo hablar un poco de las mujeres de mi familia y dedicarles cariñosamente este párrafo con amor, ya que, de una manera u otra, son inmensamente importantes para mí, estén ya entre nosotros, o no.

Sin lugar a duda PRIMERO: Mi madre, Chagüita ¡Era única! Decía lo que pensaba era muy culta con ideas libertad y respeto para la mujer, aunque se adaptó a su época. A ella le importaban las convenciones sociales pero nunca pudo amoldarse totalmente a ellas. En su vida de casada no tuvo ocasión de protagonizar ningún acto de rebeldía. Quiso siempre trabajar, pero no lo hizo por mi abuelo primero y después mi padre.


Era muy divertida me encantaba oírla narrar anécdotas de su juventud. Mi madre amaba la literatura había leído muchas novelas y se sabía un sinfín de poemas, declamaba hermoso y quería a los escritores. Después cuando sus ojos no le permitieron leer o coser “porque era toda una artista de la costura” (Decía mi padre y mi abuelo).

Aún llevo sus aromas en mí, cuando ella vivía la casa olía a ella, dios mío, cuánto la echo de menos, sus platanitos rellenos, su lomo en chile pasilla, sus galletas de guayaba etc. , sus dichos, su olor, su pelo, sus llamadas de teléfono diciéndome no me has llamado y su voz cantando tonadillas mientras cocinaba....

Segundo: mi abuela, tenía carácter, eran diferente, pero muy buena.


Tercero: mis hermanas, las dos aunque no se dan cuenta tienen mucho de mamá, su personalidades son distintas, pero firmes en sus opiniones, las amo.


Cuarto: mi hija gracias por venir y cambiar mi vida, gracias por ser el mi orgullo, gracias por mi nieta, gracias por vivir.


Quinto: mis sobrinas que al igual que mi hija únicas, inteligentes, independientes, integras, etc. en fin todo un orgullo familiar.


Sexto: primas, tías, nueras, nietas, todas muy bellas, como mi madre mujeres únicas e irremplazables.

Todas maravillosas mujeres que me envuelven, con amor, con ternura, me llenan de conocimientos, de crecimiento interior. De todas y cada una he aprendido algo, (Porque nunca se deja de aprender).


A todas ellas:  GRACIAS. Desde luego, dios me premio por pertenecer a esta tribu femenina.


Con todo mi amor.
La Cuquis

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