Creo que ser madre trabajadora hace que
demos más, y no intento decir que quien se dedica o se dedicó de lleno a los
hijos, no fuera buena, lo que trato de explicar es que hacemos maravillas,
recuerdo llevar al Güerito (el segundo de mis tres hijos) en porta-bebe
de solo tres meses conmigo a la escuela, y sé que no está permitido, así que
dejaba al director cuidándolo y si lloraba corría a buscarme, de pequeño mi Güerito
fue tranquilo después de comer dormía, llegaba a mi casa a hacer de comer a
recogerla casa a sentarnos todos a la mesa, creo que ya les dije que eso era
para mí sagrado, estaba joven, después si nos daba tiempo podíamos salir al DIF
que tenía algunos juegos, me gustaba cantarles hacerles magia, en fin tantas
cosas y las vacaciones donde mi familia me esperaba para ir a Reino
Aventura en aquel tiempo, comprarles ropa y en las Navidades sus juguetes, yo
la verdad no sé cuándo lo supieron mis hijos, pero me dijo Lucha (la más pequeña) que ella tenía cinco años. Mac (mi hijo mayor) les dijo la verdad, pero yo no lo supe y seguí por buen tiempo
haciéndolo.
Es verdad que al ser madre el trabajo se
duplica, triplica, quintuplica y lo que le sigue, aunque yo considero que ser
madre no es un trabajo, no obstante se necesita paciencia atención y volverse
muchas en una, hay que sacar energía de donde una no sabía tiene, y cuando pensaba
que se me habían acabado las fuerzas, una manita te abre los parpados y te
pregunta Mami, ¿estás muerta? Y: ¡chazz! las recobras de nuevo, y por lo
general con una sonrisa, ¿por qué? No es que el ser madre te vuelva
sacrificada, simplemente toda aquella labor que relacionas a tus hijos, te hace
feliz.
La madre en la crianza siempre tendrá el
primer papel, porque para una madre esto es simplemente divina. En lo
particular al ser madre me volvió muy creativa… yo podía hacer una casa con
unas sábanas, un castillo con algunas cajas etc. podía inventar mil juegos. Invariablemente
que me importaba mi trabajo y mi éxito profesional, y trate ser de las mejores,
pero nunca en mi vida tuve tantas ganas de realizar sinfín de proyectos al
mismo tiempo, como cuando mis hijos estuvieron pequeños ¡la maternidad me dio súper-poderes
en todos los sentidos! El querer dar lo mejor a esas pequeñas personitas que
dependían de mí, no solo me permitió sacar energía de los lugares más
recónditos, además me dio muchas ideas que esa energía brotara como manantial
Completamente de acuerdo. Me identifiqué con todo.
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